Nuestra
salud física es conservada por lo que comemos; si nuestros apetitos no están
bajo el control de una mente activa y sana, si no somos temperantes en todo lo
que comemos y bebemos, no estaremos en un estado mental y físico sano.
i Licor: Se están usando hoy día más bebidas embriagantes
que en ninguna época anterior. Cuando voluntariamente se complace el apetito
por la bebida embriagante, el hombre lleva a sus labios el trago que rebaja a
aquel que fue hecho a la imagen de Dios a un nivel inferior al de las bestias.
Nueve de cada diez personas que son llevadas a la cárcel, están relacionados
con el licor.
i Triple veneno: Una lata de gaseosa contiene de 8 a 10
cucharaditas de azúcar refinada, lo cual reduce al 50% la habilidad de las
células blancas para defender el cuerpo contra la enfermedad. Las gaseosas tipo
“cola” son más peligrosas aún, contienen la tercera parte de la cafeína que hay
en una taza de café. Los niños inocentemente consumen varias botellas o latas
de esas bebidas diariamente y por lo tanto ingieren mucha más cafeína que la
que tiene una taza de café. El estímulo que recibimos siempre del café es
producido por la cafeína y también por el contenido de azúcar. El peligro es
que se ha encontrado que la cafeína causa úlceras en los animales y en algunos
seres humanos. El ácido carbónico en las gaseosas, lo que la hace efervescente,
es definitivamente dañino para los ojos y puede empeorar la miopía.
i Trabajo: Es malo trabajar con exceso, pero los
resultados de la flojera son más temibles. La ociosidad conduce a la práctica
de hábitos corrompidos y degradados. Puede descansar del esfuerzo físico sin
quedar en ociosidad, haciendo una lectura edificante, entre otras. La
intemperancia en el comer postra más efectivamente las energías vitales que la
intemperancia en el trabajo.
i Comida Chatarra: Usted estará pensando en los perros
calientes, hamburguesas, papas fritas a la francesa, etc., pero las salchichas,
mortadelas, yogurts, leches “saborizadas”, las comidas “fácil de preparar”,
entre otras también clasifican entre las comidas chatarra. Tanto las comidas
chatarra como las “comidas rápidas” cuestan, pero los resultados de haberlas
comido cuestan mucho más: indigestión, dolores de cabeza, resfriados,
hemorroides, etc. No se deje engañar, en el proceso de “fortificación” y
añadidura de “vitaminas y minerales” inorgánicos no es más que eliminar las
propiedades naturales de los alimentos, para agregar químicos, aditivos y
conservantes que hacen daño a su salud.
Mientras
centenares han quebrantado su constitución por exceso de trabajo solamente, la
inactividad, el comer en exceso, y la ociosidad considerada de buen tono han
sembrado las semillas de enfermedad en el organismo de millares que se
apresuran a una ruina rápida y segura. Dios se ha comprometido a conservar la
maquinaria humana marchando en forma saludable, si el agente humano quiere
obedecer las leyes de Dios y cooperar con Él, para vivir con ¡salud abundante!
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