El
agua es la sustancia más importante que contiene nuestro cuerpo. Más de la
mitad de nuestro peso total es agua. El agua es el mayor componente de la
sangre. Nuestro cuerpo necesita el agua para enfriarse y limpiarse. La pérdida
del 20 al 22% de agua en nuestro cuerpo, podría ser muy peligrosa, hasta fatal.
Perdemos agua cuando respiramos, cuando transpiramos, y en los desechos del
cuerpo como el sudor, la orina, etc.
Se
han hecho estudios con algunos atletas, que han demostrado el efecto que el
agua tiene sobre el cuerpo en la resistencia física. Los atletas que bebieron
igual cantidad de agua que la que perdieron, no se fatigaron y la temperatura
de su cuerpo se mantuvo cerca delo normal; mientras que los atletas que bebieron
agua sólo para calmar la sed no tuvieron la misma resistencia.
Nuestro
cuerpo usa gran cantidad de agua al día para distribuir los alimentos
nutritivos a todas las células y para remover los desperdicios. Dios ha
diseñado nuestro cuerpo para reciclar toda ésta cantidad de líquido, pero en
el proceso se pierde un poco de agua y necesitamos reemplazarla. Forzar al
cuerpo a trabajar con cantidades limitadas de agua, es como lavar los platos de
la cena con un vaso de agua. Es claro que el agua pura es el mejor líquido para
refrescar el cuerpo. ¡No hay que beber agua sólo cuando tenemos sed!
Estando
sanos o enfermos, el agua pura es para nosotros una de las más exquisitas
bendiciones del cielo. Su empleo conveniente favorece la salud.
Es
la bebida que Dios proveyó para apagar la sed de los animales y del hombre;
ingerida en cantidades suficientes, el agua suple las necesidades del
organismo, y ayuda a la naturaleza a resistir a la enfermedad.
Aplicada
externamente, es uno de los medios más sencillos y eficaces para regularizar la
circulación de la sangre. Un baño frío o siquiera fresco es excelente tónico.
Los baños calientes y templados abren los poros, y ayudan a eliminar las
impurezas, calman los nervios y regulan la circulación. El agua es el mejor líquido
de que dispongamos para limpiar los tejidos ya que se pueden acumular en
nuestro organismo desechos tóxicos que causan cansancio y hacen que nuestro
organismo se esfuerce más para realizar sus funciones. El agua también enfría
el cuerpo para mantener la temperatura constantemente a 37 grados C (98.6
grados F).
Usted debe aprender a controlar cuanta
agua necesita su cuerpo. Una prueba simple para saber si está tomando
suficiente agua es:
ü Si su orina es clara, transparente, y
sin ningún olor, el agua que está tomando es suficiente.
û Si
su orina es oscura, amarillenta, y con olor fuerte y concentrado, necesita
tomar más agua, recuerde las indicaciones.
El uso del agua en el tratamiento de enfermedades, se explica
y justifica, debido a que es el único medio capaz de penetrar a todo el organismo
y transmitir fácilmente calor ó frío. ¿Importa el tipo de líquido que bebemos?
Sí. Las gaseosas, incluyendo las de tipo “cola”, contienen fósforo, que puede
reducir el calcio del organismo, contribuyendo a la fragilidad de los huesos,
éstas bebidas aumentan la secreción del ácido en el estómago. El azúcar que la
mayoría de estas bebidas contiene, puede atrasar la digestión, almacenar más
grasa y requerir más agua para metabolizarla.
Lo mejor es tomar agua entre las comidas, media hora antes, ó una hora después de comer. Comience to-mando 2 vasos de agua pura y al clima al levantarse. Notará lo bien que se siente, abre el apetito, inicia los movimientos peristálticos de los intestinos, y colabora con la buena salud de los riñones.
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